El nuevo diseño de Tesicnor supera los test antirrobo

Este año, el equipo de ingeniería de Tesicnor ha desarrollado la nueva cerradura de Seguridad Codificable. Se trata de una cerradura con doble sistema de seguridad, escudo antirrobo y tornillo de seguridad que recientemente no pudo ser vulnerada en un intento de robo sufrido en un parque eólico que la tenía instalada.

La principal novedad, con respecto a las otras dos cerraduras desarrolladas por Tesicnor, es la posibilidad de cambiar el código de acceso, cuando se considere conveniente. La cerradura presenta un escudo de acero que protege el acceso al tornillo de seguridad. Para retirar el escudo el usuario debe introducir la combinación de un código formado por 8 números. La combinación es única y flexible, ya que el cliente la puede modificar cuando lo desee. Una vez liberado el escudo, queda visible el interior en el que se inserta el tornillo de seguridad que dispone de una cabeza específica. La cerradura lleva incorporado un sistema de apertura desde el interior que evita que accidentalmente un trabajador se quede encerrado. Al otro lado de la puerta, adosado a la jamba, se localiza el sistema de apertura de emergencia, basta con girar la maneta para liberar el cerrojo.

Sistema interior de apertura

El nuevo modelo está fabricado en acero cincado, robusto, de 3 kilogramos de peso y con un tiempo de instalación aproximado de 30 minutos. Además, es versátil ya que los modelos anteriores desarrollados por Tesicnor, la cerradura de seguridad con tornillo y la cerradura magnética, pueden actualizarse a este nuevo cierre.

Finalmente, cabe destacar que el modelo se adapta a cualquier aerogenerador y, a diferencia de las cerraduras convencionales, el sistema presiona la puerta contra el tubo del molino (por acción del tornillo de seguridad). Evitando holguras que permitirían el apalancamiento, uno de los sistemas más habituales en este tipo de hurtos.

En una fase inicial se han instalado 130 unidades repartidas en 3 parques eólicos de España. Ha sido en uno de estos parques en los que se han hallado las señales de un malogrado intento de robo. Un hecho que, de producirse, tiene una magnitud económica importante para las compañías que operan en el sector eólico. Ya que, a los costes por la reparación y sustitución de los materiales sustraídos, hay que añadir la pérdida de productividad, al quedar la máquina inhábil e incluso el riesgo de accidentes de los propios ladrones que acceden a este tipo de instalaciones.

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